viernes, 22 de febrero de 2008

Madre

Hubo uan vez una mujer
a la que quice de veras,
y si la vida me diera
a mi otra oportunidad,
sin mirar para atrás,
a quererla yo volviera.

Una mujer tan sincera,
que me dio su corazón,
que disfrute su pasión
y el amor que me brindó,
que el destino decidió
quitarme esa emoción.

Ella era mi razón,
era mi luz, fue mi estrella,
la más bella entre las bellas,
fue la niña de mis ojos,
quien supo calmar mis antojos,
quien nunca me dio querella.

Hoy yo muriera por ella
pero seguiré adelante,
pues la he querido bastante
y ella me enseño a luchar,
y a nunca descansar,
hasta ser un buen amante.

Hoy la tengo muy distante,
siento que ya la perdí,
pero su amor esta en mí
que no la puedo olvidar,
y aunque no vas a regresar,
siempre estare para tí.

Hoy la vida quizo así
separarnos una vez más,
y recuerdo de verdad
cuando te di el corazón,
siempre seras mi pasión,
Tu, Gran mujer, tu, Mamá.

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